El próximo sábado, en el MGM Grand de Las Vegas, se disputará un combate de boxeo que muchos –con poca imaginación– denominan ‘el combate del siglo’ (¡menudo topicazo¡); otros, un poco más atrevidos, dicen que se trata del ‘combate del milenio’; y yo, que me prestaré al juego de los disparates creativos, lo voy a denominar ‘el combate de ‘nunca-jamás’, tal y como titulo hoy en esta entrada.
Hablamos del combate entre dos boxeadores que se juegan el triunfo y la corona mundial que unifica el peso welter. Son Floyd Myweather, norteamericano de 38 años, y el filipino Manny Pacquiao, de 36. Pero es que el evento va mucho más allá de la disputa por un título en juego para convertirse en un fenómeno totalmente desaforado de la industria del show business deportivo, que ha roto ya –antes de celebrarse- casi todas las barreras hasta ahora fijadas, tanto por eventos como por deportistas. A veces me pregunto si estamos demasiado locos en esta parte del mundo llamada Occidente, que tanto dice estar sufriendo la crisis económica… y que tan a menudo la ignora o le da la espalda.